¡Hola!  Mi nombre es Tonny y voy a relatarles de un campamento muy peculiar. Todo empezó en un invierno muy especial. 

Era un día normal, tal como fue toda la semana, jugando videojuegos y comiendo frituras, cuando mi mamá entró con  noticias alarmantes. 
 

_ Tonny cariño... Empieza a empacar porque vas a ir a un campamento!”
_ ¿Qué? ¡No! ¿Cómo crees? ¡No! ¡No! ¡No!

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_ ¡Claro que sí! Tu escuela no empieza hasta enero y no vas a pasar todo el invierno holgazaneando.

 

_ Pero... ¡Mamá!... 
 

_ ¡Nada de 'peros'! _ dijo mi madre_, ¡Ponte a empacar!

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Y así me llevó mi Mamá, arrastrándome, pues no quería ir. Pero no podía luchar contra ella.

Empaqué aunque no quería y en la mañana ya nos estábamos yendo. Al irnos pude ver a mis amigos desde el auto, pero no pude hacer nada más que ponerme de peor humor.

 

El camino fue algo divertido, pero no podía pensar en nada más que en cuán enojado estaba con mi mamá. Llegamos a un Hotel donde pasamos la noche antes de volver al camino y llegar al campamento al día siguiente. 

 

—No entiendo por qué necesitamos ir, —le dije a Mamá— en realidad estoy bien.

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—Pasar todo tu día comiendo no es bueno— me aseguró firmemente—y volví a ver por la ventana. Antes de que pudiera hablar de nuevo, vi el campamento a lo lejos.

 

Y ahí estaba yo. En el momento en que saliera del carro ya estaría en el campamento.
Ya podía ver a unas cuantas personas reunidas y en ese momento se les asignaban sus habitaciones. Ahí supe quiénes compartirían habitación conmigo. Mis compañeros serían Juan y Umi. Juan era bajo y tenia cabello negro y ondulado y parecía un poco agresivo y nada amigable , Umi también era bajo de estatura,  su cabello era liso y daba la impresión de ser callado, tímido y retraído. De hecho, Umi parecía estar fastidiado de Juan ya que sus bromas eran muy pesadas. 
 

Decidí acercarme y hacer una pequeña charla con ellos — Ohhhh... ¡Hola, soy Tonny y.... ustedes ¿cómo se llaman? —dije a los dos.

 

—¡Oh! ¡Que bien!, nosotros somos Juan y Umi, espero que no seas tan aburrido como él... jeje! —dijo Juan, dándole un codazo a Umi, pero él solamente giró sus ojos y volvió a ver hacia las cabañas.

 

Escuché a unas personas hablando de un pantano atrás de la cabaña donde vamos a comer… ¿Puedes creerlo?—dijo Juan mientras nos acercábamos a los demás grupos.

—Eww... ¿Por qué razón me tenías que decir eso? —dije mirando a un hombre que estaba al lado de un micrófono.

 

—SHHhh, ¡cállense ya! ¿No ven que van a anunciar algo? —dijo Umi muy molesto, y tenia razón, todos dejaron de hablar cuando el sonido estridente de un micrófono averiado sonó por todo el campamento.
 

—¡Hola! Sean bienvenidos a Bosque Laguna mi nombre es Mr Jerome y soy el Director de este maravilloso campamento de verano—dijo el mismo hombre que vi en la entrada en una especie de pódium —¡Este será nuestro Tercer año y estamos muy orgullosos que que ustedes estén aquí!  ¡Tendremos muchas actividades muy emocionantes! —dijo ese hombre mientras que señalaba a lo que parecía un patio de recreo mortal, rodeado de alambrado con púas como una especie de prisión.

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—Les invito a ir hacia sus cabañas que son confortables y están preparadas especialmente para ustedes. ¡Oh bueno... sin más preámbulos, voy a dejar que todos vayan a sus cabañas y se acomoden!—dijo, señalando a lo que solo se puede describir como la aterradora jaula para pájaros. No solamente era chica, incómoda, sino casi toda estaba averiada, en mal estado y poco funcional. ¡No dudaba que podrían haber un millón de bichos viviendo ahí!

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—¡Ay Mamita!…—escuché a Juan decir, honestamente me sentía igual. Completamente asustado. Al menos por un momento creí que podría ser divertido haber llegado aquí, pero después de ver el estado de todo supe que nada bueno pasaría aquí.

 

Mi grupo y yo decidimos preparar las camas, buscando insectos en las mantas y en los cajones. Afortunadamente no encontramos nada, solo una cucaracha y unas cuantas hormigas. Afortunadamente no encontramos nada, solo una cucaracha y unas cuantas hormigas. 

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—¿Que Crees que vayamos a tener que hacer mañana?— dijo Juan mirándome.
 

—Hmm, probablemente unas de esas actividades de las que hablaron— dijo Tonny, ya acostándose en su cama.
 

—¡Espero que no! Ojalá nos dejen hacer lo que queramos, como en el campamento de al lado!— dijo Juan mirando al techo.
 

—Oh claro —dijo Umi— Como si te dejaran siquiera entrar ahí.

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—El campamento de al lado, que acaso no lo conoces? —me dijo Juan mientras me miró con una expresión perpleja.

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—Pues… No, que es tan especial oh que?— dije mirándole. 
 

—Es uno de los mejores campamentos en este estado, ahí comida de gourmet, tienen muchas competencias con otros campamentos y siempre ganan —dijo Umi.

 

— ¡Y también son unos adinerados presumidos! —dijo Juan.

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—¡Vaya! ¿Por qué no me llevaron ahí?…—dijo Tonny ya quedándose dormido.
 

La mañana siguiente tuvieron que buscar por todo el campamento para encontrar la cafetería.
 

Después de comer Hubo un anuncio, era del mismo hombre de ayer.
 

—¡Hola a todos! Este es nuestro segundo día, y como el año pasado este sera nuestro segundo intento al desafío del campamento de este año —dijo Mr Jerome
con una sonrisa.

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