El Inmortal
Tally nació en una cueva. Era un niño hermoso, era el tercer bebé dentro de esta famila neandertal. Todos los de la tribu asistieron a tan importante evento. Estaba apenas amaneciendo ese día, cuando Tally llegó al mundo. Su cabello era marrón, sus pequeños ojos estaban aún cerrados. Lloraba muy fuerte, lo que para la tribu significaba un buen augurio, ya que los niños que tenían llantos más potentes, llegaban a ser hombres y mujeres más fuertes.
Tally era un niño varón, y todos esperaban que cuando fuera mayor se convirtiera en el jefe de la tribu.
Al pasar el tiempo, todos envejecían adecuadamente, las tribus neanderthales tenían un período de vida de entre 20 y 40 años. Pero curiosamente Tally seguía siendo niño a pesar de que los demás niños crecían y maduraban.
Cuando los padres de Tally ya eran ancianos, él apenas y parecía un niño de 5 años. Tristemente, cuando sus padres ya habían fallecido, él seguía pareciendo un niño; era muy extraño lo que sucedía con su apariencia.
Ya habían pasado 50 años, pero Tally parecía tener solamente 6. Sin embargo, aprendía cada día mucho acerca de cómo sobrevivir a lo que estaba pasando. Sus amigos de la infancia iban muriendo al convertirse en ancianos, pero él seguía siendo apenas un niño.
Sus ancestros le habían transmitido todo su conocimiento, y Tally solía dibujar en las cuevas de su territorio. Sin embargo, solía entristecerse mucho, ya que todas las personas que conocía parecían desaparecer con el tiempo. Por suerte, su capacidad mental seguía acorde a su edad, así que no recordaría mucho de esto tiempo después.
Pasaron cientos de años, y cuando se dio cuenta de que era el último de los neanderthales, decidió caminar incansablemente, hasta que un buen día encontró a un Homo Sapiens que venía desde África. Se dio cuenta de que su cabeza era un poco más pequeña, y su piel mucho más oscura, pero le dio mucha alegría saber que no estaba solo.
El mundo era muy diferente en ese entonces: hace 150.000 años. Varias especies humanas estaban poblando el mundo. Los neanderthales habían poblado Europa y Asia, mientras que los sapiens dominaban África. Esto lo iría descubriendo poco a poco este hombre tan especial que parecía no envejecer y que sobreviviría a los tiempos de los tiempos.
Tally siguió su camino durante muchos años, viviendo cosas increíbles sin encontrar otro neanderthal nunca más. Fue comprendiendo que habían desaparecido, y así se convirtió en un hombre aparentemente de 20 años, pero ya habían pasado 30,000 años en el planeta Tierra.
Así conoció a una Sapiens, llamada Fiona, y el encuentro tuvo lugar durante una tormenta de frio, cuando ambos buscaban refugio en alguna cueva. Pero en aquella planicie, no había donde refugiarse, así que juntaron las pieles de animales que llevan encima y lograron construirse una tienda que podía protegerlos de la tormenta.
Después de eso, decidieron caminar juntos y unieron sus vidas para formar una hermosa pareja.
Tuvieron 2 hermosos hijos que al igual que la familia original de Tally, a su tiempo morirían de viejos al igual que su hermosa Fiona.
Una vez más seguiría con su vida Tally, que continuaba sin evejecer.
40,0000 años después...
Era un día soleado en el internado donde estudiaba una chica llamada Abby, quien era una estudiante universitaria normal, no la mejor ni la peor. Ahora ella se dirigía a su habitación, cuando vio a algunos de sus compañeros que estaban platicando y riendo, ella deseaba ir a hablarles pero era muy tímida. Decidió detenerse en una librería. Era tan tímida, que casi no podia hablar con las personas, pero se daba el tiempo de refugiarse en los libros de fantasía, casi todos sus libros eran sobre princesas.También le gustaba la música, a veces solía tocar el piano ya que era muy relajante para ella. No tenia mucho en común con sus compañeros ya que pasaba casi todos los días en su recamara escuchando música clásica.
Se sentía mucho mejor cuando estaba en su cuarto leyendo o escuchando música, que en cualquier otro lugar. Se protegía con los personajes de caballeros de los cuentos. Ella había tenido solamente una amiga en toda su vida: Elizabeth. Elizabeth o Liz, como la llamaba Abby. En los últimos años se habían distanciado un poco, pero seguían siendo muy buenas amigas. Este día pensaba ir a visitarla, pero ahora tenía más ganas de terminar de leer un cuento que no pudo terminar por la mañana.
Ya en su habitación decidió terminar de leer otro cuento, era sobre épocas pasadas, y empezaba hablando sobre los dinosaurios. Estaba leyendo cuando se dio cuenta de que hora era, ya era muy tarde así que se fue a dormir.
La mañana siguiente Abby fue al instituto para tomar sus clases. La primera clase del día era "Historia", y la impartía un nuevo profesor. Todavía no sabía su nombre pero esperaba enterarse cuando llegara. Giró para ir a su clase, pero chocó con alguien que siguió corriendo, se levantó y miró hacia adelante cuando vio a su amiga Liz.
"¡Hola Abby!, ¿cómo has estado?" preguntó mirándola de arriba a abajo.
"¡Bien! algo cansada pero aparte de eso he estado bastante bien". Mientras hablaban se dirigían a sus clases. No tenían las mismas clases pero las aulas estaban cerca.
Cuando llegó a su clase se sentó bastante lejos del profesor, pero no tanto como para no escuchar bien. Todavía no llegaban muchos compañeros así que el profesor esperó un rato antes de hablar. Apenas la sala estaba llena fue cuando empezó la clase:
"¡Hola! Bienvenidos todos a su clase de Historia, mi nombre es Tally y seré su profesor por el resto del año.", dijo mientras que escribía su nombre en el pizarón. Empezó a hablar de un resumen de lo que íbamos a hacer ese día, mientras nos decía que comenzáramos a leer en el libro que nos asignaron.
Sus habilidades de enseñanza eran buenas, casi como si hubiera hecho esto por años. Abby ni se dio cuenta cuando acabo las clase, inmediatamente fue a la cafeteria por un café, ya que estaba algo cansada. Vio de reojo a Liz y fue a sentarse con ella.
"¡Hey! ¿Qué estas haciendo?" dijo Abby, viendo un papel que tenía en la mano.
"Oh, ¿esto? lo encontré afuera... Mira". Pegó el paper en mi cara.
Era una clase de cartél de 'Se busca', pero la cara estaba cortada.
"¡Que raro!" Dijo Abby, tomando una mordida de una manzana que tenia Liz.
"¡Hey! Yo compré eso..." dijo reprochándole a Abby. Ella sacó la lengua jugando, cuando se escuchó el timbre.
"¡Bye!" Abby se levantó para ir a su siguiente clase: Matemáticas. no le encantaba pero podía soportar la clase.
Se dio cuenta de que afuera de la escuela había muchas personas, más que normalmente. Pero no le dio importancia y fue a su clase. Estaba aburrida pero era mejor que 'Ciencias' para ella.
Ya estaba obscureciendo, así que decidió ir a su cuarto para descansar, pero la entrada estaba bloqueada por otras personas. Miró para buscar algún camino para salir del montón de personas; estaba tan concentrada en salir que ni se dio cuenta de que casi todos eran periodistas.
Por fin pudo salir, miró a su alrededor y se dio cuenta de que todo el lugar estaba lleno de gente, no solo su escuela. 'Ahora... ¿cómo voy a llegar a mi cuarto?' Se preguntó a sí misma.
Miró a su alrededor buscando algún guardia de seguridad de la escuela, pero no podía ver a nadie entre la ola de personas que había. Por fin salió; se dio cuenta de que todo el bulto de personas tomaba casi media ciudad. Decidió no volver a entrar y buscar su escuela de nuevo porque se dio cuenta de que era mala idea; así que decidió meterse a un café cerca de donde estaba. Ordenó lo menos caro del menú, y pensó qué podría hacer, ya que obviamente no podría volver a su escuela en un rato. Escuchó a algunas personas hablando fuertemente en la mesa de al lado.
“¿Viste las noticias?", dijo una chica medio gritando "¡Todo el mundo se está poniendo loco con ese hombre!”
“Ya lo sé, no entiendo por qué, si obviamente es una mentira…” dijo un chico mientras comía un pan.
Abby se preguntó a quién se referían: '¡Quizá alguien famoso está en la cuidad!', pensó mientras tomaba algo de café. No sabía en realidad ya que no miraba mucha televisión y no tenía un teléfono, pero no le importaba. Parecía que las personas se estaban dispersando, así que ya podía volver. Tomó sus cosas y se fue. Cuando volvió ya era tarde, así que decidió ir a dormir.
Al día siguiente despertó sin nada que hacer, ya que no había clases. Decidió salir a dar un paseo, y fue al parque que estaba en el centro de la ciudad, porque le gustaba ver a las personas pasear a sus animales. Cuando de pronto alguien chocó con ella, y entonces respondió: "¡Oye!, ¿Qué te pasa?"
"¡Lo siento!, no vi por dónde iba", respondió un chico medio bajito con cabello color marr, a quien Abby respondió: “Bueno, pues... la próxima vez, ¡más te vale ver!”.
Ahora que lo pensaba, era muy parecido al chico con el que se topó el día que ese profesor llegó...
“Ya te dije que lo siento, Okay? ¿Qué más quieres?”, dijo un poco enojado.
“¡Eh, mira! Tu vas al Colegio Union?”, preguntó por curiosidad. Intentó romper la incomodidad de la conversación, pero no obtuvo una respuesta.
"¡Okay!, lo siento. ¿Ahora puedes responder?" Dijo un poco más calmada.
"Sí, sí voy a esa escuela. ¿Por qué preguntas?", preguntó.
"¡Oh! creo que nos topamos en el primer día, ¿recuerdas?", dijo mientras caminaban hacia la escuela. "¿Es esto lo que haces siempre? ¿O de qué se trata?"
"¡Tienes razón! Supongo que he estado algo distraído..." , dijo mirando hacia abajo. "Estos días han sido algo difíciles"
"¡Alan! ¿Dónde estabas?", dijo muy preocupado un hombre, que mirándolo bien se parecía mucho a mi profesor de historia, ¿quizá por eso iba a esa escuela?
"¡Ah! lo siento, ¡me tengo que ir! ¿Cual es tu nombre?" ,preguntó antes de irse.
"Soy Abby, y supongo que tú eres Alan" ,preguntó riendo un poco.
"Jeje, sí... bueno, te veo en la escuela!", le dijo desde lejos.
Decidió volver a su cuarto leyendo el resto del día. Al día siguiente no pudo ver a Alan, pero sí pudo ver a Liz. Cuando escuchó de pronto la campana, se había olvidado de su última clase del día, no llegaría a tiempo, ya que estaba del otro lado de la escuela. Corrió tanto, que sus piernas se sentían como gelatina. Cuando llegó estaba cansada, así que se sentó en el primer lugar que encontró, a lo que se dio cuenta que estaba restrasada 21 minutos. ¡Rayos!, pensó un poco preocupada. Lo peor era que esta era su clase favorita, la historia es algo que le ha interesado desde hace muchos años.
Cuando acabó la clase, todavía se sentía cansada, así que se quedó en una banca fuera de la escuela. Cuando de repente Alan se sentó al lado de ella.
"¡Ey!... Abby, ¿te puedo decir algo?" ,dijo sin verle.
"Claro! ¿qué paso?", contestó tratando de calmarlo ya que se veía algo nervioso.
Menciono algo, pero Abby no alcanzó a escuchar ya que lo dijo muy bajito.
"¿Puedes hablar más fuerte?", dijo Abby.
"Sí, eh... bueno..., lo que pasa es que... Mi padre es..."
"Alan, ¿qué pasa?" dijo Abby, ya cansando de que no Alan hablara.
"Es una historia larga."
"Tengo tiempo", respondió Abby.
"... Okay" Alan procedió a explicarle a Abby sobre su padre, y como él era inmortal y cómo hapermanecido vivo desde hace miles de años. A lo que Abby se rió, pues pensó que era un chiste. Pero Alan se le quedo mirando seriamente, lo que a Abby le preocupó: "¡Dios!, Alan, está loco"
"Mira... Okay, sé que suena raro..."
"¿Suena? Me acabas de decir que tu padre es inmortal, ¡claro que es raro!, estás loco ¿o que?" ,dijo mirando su cara, y esperaba que digera algo como: ¡Sorpresa!; decir que era una broma, pero nunca vino.
“Abby te juro que si me escuchas puedo probar que no estoy loco!” Esta ves levanto un poco su voz, algunas personas se les quedaron mirando.
“Okay, Okay, pero no grites. Dudo que puedas hacerlo, pero es mejor que pensar que estas loco.” lo reconfortó poniendo una mano en su hombro.
“Ven conmigo”. Alan los llevo a su casa, era una mansión enorme. Antes de la puerta principal había una reja muy hermosa y en medio del patio había una fuente.
El primer cuarto de la casa parecía el de un castillo; era precioso. Pero Alan los llevó a un cuarto que estaba atrás de la casa. Era como una cabaña, parecía que no se había usado dentro de un rato.
"Okey, algunas de las cosas que ay adentro no va a parecer reales, pero creo que puedo confiar en ti." Dijo abriendo la puerta, prendiendo las luces finalmente quitando una cortina. Enfrente había lo que parecía un millón de retratos y otros tipos de pintura. "Todo esto es de los años en que mi papa a estado vivo"
Abby se fijo en un cuadro a su izquierda, era de del papa de Alan pero decía '1920 Tally Jones', y parecía auténticamente de ese año. ella comenzó a entrar en pánico, ya que empezó a realizar que enserio podría ser verdad.
"ALAN? donde estas?" miro para atrás y se dio cuenta que ya no estaba. Cuando de pronto salió de atrás de una cortina, donde hizo un singo para que lo siguiera.
Entraron a un cuarto lleno de cosas que se veían viejas. Quedo impresionada con todo lo que había, miro a dónde Alan estaba viendo y había una espada muy limpia. Era impresionante, de donde la luz salía la espada resplandecía.
"E-entonces es autentica?" dijo tartamudeando un poco. ’’Sip, cien portento auténtica!’’ Siguió Alan tan emocionado como yo.
Todo esto era impresionante, había un montón de cosas de diferentes décadas. Estaba mirando una cortina cuando se escucho una puerta abriéndose, Alan salto de donde estaba. Me grito-susurro un rápido 'escóndete', a lo que me moví a atrás de un montón de cajas.
"Alan! Estas aqui chico?" Grito una vos que medio se me hizo conocida, pero no sé de quien es.
"UH, por aquí!" se escucharon pasos sobre metal, pero no reconocí de dónde venían.
"Alan, que haces aquí sin mí?" La voz dijo un poco más insegura, y supuse que estaba adelante de Alan. "Sabes que es peligroso..."
"Lo sé, Lo sé, pero...uh, tenia que buscar algo..." dijo sonando algo inseguro de lo que dijo.
"Bueno, pero a la próxima dime, okay?"
"Si, claro-"
"Bueno ahora ven, no quiero que estés aquí por más tiempo!" El agarro es brazo de Alan y lo forzó a seguirle.